Preparación: eligiendo la tapa correcta y reuniendo las herramientas

Cambiar la tapa del inodoro es una de las tareas de bricolaje más sencillas y gratificantes que puedes hacer en casa. Un asiento nuevo puede transformar instantáneamente la apariencia de tu baño, mejorar la higiene y añadir funcionalidades modernas como el cierre amortiguado. Antes de empezar, la clave del éxito reside en una buena preparación.

Medir para un ajuste perfecto

No todas las tapas de inodoro son iguales. Existen principalmente dos formas estándar: redonda y alargada (u ovalada). Para evitar un viaje de vuelta a la tienda, es fundamental que midas tu inodoro actual. Necesitarás tres medidas clave:

Distancia entre los pernos: Mide el espacio entre los centros de los dos agujeros de montaje en la parte trasera de la taza del inodoro. La medida estándar en la mayoría de los países es de 14 cm (5.5 pulgadas), pero siempre es mejor verificar.
Ancho de la taza: Mide la taza en su punto más ancho.
Largo de la taza: Para una taza redonda, mide desde el centro de los agujeros de montaje hasta el borde frontal exterior. Para una taza alargada, realiza la misma medición. Las tazas redondas suelen medir unos 42 cm (16.5 pulgadas) y las alargadas unos 47 cm (18.5 pulgadas).

Con estas medidas, podrás comprar una tapa que encaje a la perfección. Además de la forma, considera el material. Las hay de plástico (duraderas y fáciles de limpiar), de madera (más cálidas y con un aspecto clásico) o de resina con diseños decorativos.

Herramientas que necesitarás

La buena noticia es que no necesitas un arsenal de herramientas. La mayoría de las instalaciones se pueden completar con utensilios básicos que probablemente ya tienes:

Una cinta métrica para las mediciones iniciales.
Un destornillador de punta plana grande para hacer palanca en las tapas de los pernos viejos.
Una llave inglesa ajustable o un juego de alicates para aflojar las tuercas viejas. Algunos asientos nuevos incluyen una pequeña herramienta de plástico para apretar las tuercas nuevas.
Guantes de goma para proteger tus manos.
Un limpiador desinfectante multiusos y trapos o papel de cocina.
Opcional: Un lubricante penetrante (como WD-40) si los pernos y tuercas viejos están oxidados.

Retirar la tapa antigua: el primer paso práctico

Una vez que tienes la tapa nueva y las herramientas listas, es hora de quitar la antigua. Este proceso puede ser muy rápido o presentar alguna pequeña complicación si las fijaciones están corroídas por el tiempo y la humedad.

Localizar y aflojar las fijaciones

En la parte trasera de la taza del inodoro, donde se conecta la tapa, verás dos cubiertas de plástico que ocultan los pernos. Utiliza el destornillador de punta plana para hacer palanca con cuidado y abrirlas. Debajo encontrarás las cabezas de los pernos.

Ahora, la parte crucial: debajo del borde de la taza, directamente debajo de los pernos, encontrarás las tuercas que sujetan todo en su lugar. Suelen ser de plástico o de metal. Con una mano, puedes sujetar el perno por arriba con el destornillador (si tiene ranura) mientras usas la llave inglesa o los alicates para girar la tuerca de abajo en sentido contrario a las agujas del reloj.

Consejo profesional: Si las tuercas están muy apretadas u oxidadas, no fuerces la porcelana. Rocía una cantidad generosa de lubricante penetrante sobre la rosca del perno y la tuerca. Déjalo actuar durante 15-20 minutos. El lubricante disolverá el óxido y la corrosión, haciendo que sea mucho más fácil aflojarlas.

Una vez que hayas aflojado y quitado ambas tuercas, la tapa del inodoro simplemente se levantará y saldrá.

La oportunidad para una limpieza profunda

Con la tapa vieja fuera, te encontrarás con una zona del inodoro que rara vez se limpia a fondo. Este es el momento perfecto para hacerlo. Ponte los guantes, rocía abundantemente con tu limpiador desinfectante y utiliza un cepillo viejo o trapos para limpiar a conciencia toda la superficie, prestando especial atención a los agujeros de los pernos y sus alrededores. Una base limpia no solo es más higiénica, sino que también asegura una mejor instalación de la nueva tapa.

Instalación de la nueva tapa del inodoro

Con la superficie limpia y seca, estás listo para la parte más satisfactoria: instalar tu flamante tapa nueva.

Montaje y alineación inicial

Desembala la nueva tapa y organiza todas las piezas. Normalmente tendrás la tapa, dos pernos largos, arandelas (de goma y/o metal) y dos tuercas. Sigue las instrucciones del fabricante, pero el proceso general es muy intuitivo.

Inserta los pernos a través de las bisagras de la nueva tapa.
Alinea los pernos con los agujeros de la taza del inodoro y pasa los pernos a través de ellos.
Desde la parte inferior, coloca las arandelas (normalmente, la de goma va primero, en contacto con la porcelana para protegerla y evitar deslizamientos) y luego enrosca las tuercas con la mano. No las aprietes del todo todavía.

Ajuste y apriete final

Antes de apretar completamente, es vital centrar la tapa. Baja la tapa y el asiento sobre la taza y ajústala para que quede perfectamente alineada con los bordes de la porcelana. Muévela hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados hasta que estés satisfecho con su posición.

Una vez centrada, procede al apriete final. Sujeta la cabeza del perno desde arriba con un destornillador si es necesario, y aprieta la tuerca desde abajo con la llave o la herramienta proporcionada. Es fundamental no apretar en exceso. Si aprietas demasiado, podrías romper la tuerca de plástico o, peor aún, fisurar la porcelana del inodoro. Aprieta hasta que la tapa se sienta firme y no se mueva al intentar desplazarla lateralmente. Realiza unos cuantos aprietes alternos entre el lado izquierdo y el derecho para asegurar una presión uniforme.

Finalmente, cierra las tapas decorativas de las bisagras. ¡Y listo! Has instalado con éxito tu nueva tapa de inodoro.

Funcionalidades modernas y mantenimiento

Las tapas de inodoro actuales ofrecen más que un simple lugar para sentarse. Al elegir una nueva, considera estas características:

Cierre amortiguado (Soft Close): Esta popular función utiliza un mecanismo de bisagra hidráulica para que tanto la tapa como el asiento se cierren lenta y silenciosamente. Es ideal para evitar portazos nocturnos y más seguro para los niños.
Liberación rápida (Quick Release): Muchos modelos modernos incluyen botones que permiten desmontar toda la tapa del inodoro en segundos, sin necesidad de herramientas. Esto facilita enormemente una limpieza completa y regular de la taza y las bisagras.

Para el mantenimiento, evita usar limpiadores abrasivos, estropajos o productos químicos agresivos que puedan dañar el acabado de la tapa. Un paño suave con agua y jabón neutro es suficiente para mantenerla limpia y brillante. Revisa el apriete de las tuercas cada pocos meses, ya que el uso diario puede hacer que se aflojen ligeramente.

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Guía completa para cambiar la tapa del inodoro como un profesional